Un ejemplo que ilustra muy bien las dificultades que presentan los cambios complejos es el de la evolución del francés antiguo “berfrei/berfroi” „torre de asalto‟ al inglés moderno “belfry”„torre de iglesia, campanario‟. Este préstamo se aplicó en inglés en un principio para las torres de asalto usadas en la Edad Media, adoptando las formas “bererfreid”, “berfreit”, “berfrey”, berfray” y “berfroy” entre los siglos XII y XV. Posteriormente se aplicó la misma palabra a atalayas y torres de iglesia, provistas generalmente de campanas, y en paralelo con este cambio de referentes fueron apareciendo formas con “bel(l)-” (“belfray”, “belfraye” y “bellfry” en el siglo XV; “belfrie” y “”belfry” a partir del XVI). Asimismo, aparecen variantes simplificadas del tipo “befroy” a partir del XVII. Finalmente se impuso la forma “belfry”, con una penúltima variante ortográfica “bellfry” en el siglo XVIII, y se aplica en su uso moderno casi exclusivamente a un único referente, que son los campanarios de las iglesias.